Bordeado por el Mar de Irlanda al Este, el Canal del Norte que lo separa de Escocia y Lough Neagh, el mayor lago de las Islas Británicas, el condado de Antrim es la isla de Irlanda en miniatura. Se extiende desde la ciudad de Belfast hasta la costa norte, recorriendo el vibrante paisaje verde de montañas, bosques y tierras de cultivo. Muchos lugares de este condado se utilizaron para representar el mundo fantástico de Poniente en la serie Juego de Tronos, donde los dragones surcan los cielos, llevando a los héroes muy por encima del paisaje mágico. Si quieres recrear este vuelo de fantasía, la mejor forma de hacerlo es en parapente.

Es la forma más sencilla y popular de vuelo sin motor. No lleva motores ni estructuras rígidas, lo que significa que puedes volar tranquilamente antes de guardar el parapente en una mochila, listo para la próxima vez. Y a diferencia de volar a lomos de un dragón, no está reservado a poderosos señores y guerreros. Casi todo el mundo puede volar con un piloto titulado, y en el condado hay muchos, y muchos más que pueden llegar a convertirse en parapentistas por derecho propio.

¿Dónde están las mejores zonas para hacer parapente en Antrim?

• Las Colinas de Larne: El terreno se eleva lentamente al noreste del condado hasta alcanzar algunos de los picos más altos de Irlanda del Norte, antes de descender abruptamente hacia la costa. Las Colinas de Larne cuentan con numerosos puntos de despegue, que combinan buenos vientos con vistas espectaculares. Los valles del interior son encantadores, pero es la escarpada costa la verdadera recompensa por surcar los cielos. La mundialmente famosa Calzada del Gigante, en la costa norte, tiene un aspecto fantástico y de otro mundo desde el aire, y mar adentro se encuentra la característica isla de Rathlin, en forma de L que es refugio de aves marinas.

• Portrush: Si seguimos bordeando la costa Norte, contemplaremos paisajes aún más impresionantes. Las rocosas islas de las Skerries se encuentran a un par de kilómetros de la costa de Portrush, un popular balneario con un célebre campo de golf. Para sobrevolar esta parte de la costa, Magiligan, en el vecino condado de Londonderry, es el mejor punto de partida.

• Gran Collin: Una montaña en el centro del condado, no lejos de la ciudad, el Gran Collin se eleva 300 metros por encima de una llanura baja. Desde aquí se puede sobrevolar el enorme Lough Neagh. Cuenta la leyenda que el gigante Finn McCool (que supuestamente construyó la Calzada de los Gigantes) recogió un trozo de tierra para arrojarlo a un enemigo, que aterrizó en el Mar de Irlanda y se convirtió en la Isla de Man. Es más probable que un glaciar formara el lago al final de la última glaciación, pero sea cual sea la verdad, no deberías perderte la oportunidad de verlo desde el aire.

• Knockagh: con vistas a Belfast Lough, en Knockagh Hill se alza un monumento conmemorativo de la Primera Guerra Mundial. Desde aquí hay vistas panorámicas de la ciudad de Belfast y, en las condiciones adecuadas, también es posible realizar un despegue en parapente y obtener vistas aún mejores.

¿Cuánto dura una experiencia?

- En Irlanda del Norte hay un club de parapente muy activo cuyos miembros han realizado vuelos de más de 100 kilómetros. Viajando a una velocidad media de unos 32 kilómetros por hora, eso equivale a unas 3 horas de vuelo. Si eso te parece un poco abrumador, no te preocupes: no tienes que comprometerte a una duración como la que te llevaría de Belfast al Mediterráneo en un jumbo en tu primer vuelo. La mejor forma de hacerse una idea de lo que es este deporte es con un vuelo en tándem, con un bautismo de vuelo que ofrecen varias escuelas de parapente de Antrim. Esto te permite experimentar el vuelo sin motor, "lanzado con el pie", sin ninguna experiencia previa y con una instrucción mínima antes del vuelo. Un piloto experto te llevará por los aires como pasajero en un arnés independiente pero bajo la misma vela y realizará un vuelo de unos 45 minutos. Te elevarás por encima del paisaje y disfrutarás de unas vistas impresionantes, ajenas al ruido de los motores.

- Si la experiencia del vuelo en tándem es suficiente para engancharte, y no serías el primero, entonces querrás aprender a volar por ti mismo. Varios parapentistas de primera fila han creado escuelas donde transmiten sus conocimientos y experiencia a quienes quieren iniciarse en este deporte, y ofrecen cursos de parapente que se adaptan a las necesidades de cada uno. Un curso de un día es suficiente para volar en solitario por primera vez, pero si quieres convertirte en un piloto independiente, tendrás que hacer un curso más largo que incluya instrucción práctica y teórica, es decir, más vuelo junto con algo de "escuela de tierra", donde aprenderás sobre la física del vuelo, el equipo y la seguridad. Un curso de 4 días puede otorgar un Certificado de Piloto Elemental, y 4 días más te darán el estatus de Piloto Novato de Club. Este es el momento en el que realmente puedes empezar a llamarte parapentista.

Requisitos para hacer esta actividad

Si deseas contemplar la belleza del paisaje de Antrim desde el aire con la comodidad y la seguridad de un vuelo en biplaza, necesitas estar en forma para subir una colina, bajar corriendo por ella al despegar y levantar las piernas hacia el pecho al aterrizar. Así que no es necesario tener una forma física inusual, pero existen algunas restricciones de peso para garantizar que el vuelo sea equilibrado y viable. Las cifras exactas pueden variar de una escuela a otra, pero en general hay que pesar entre 32 y 110 kilos para poder viajar como pasajero de un tándem. También es necesario tener al menos 18 años.

Cuando se trata de hacer un curso, te sorprenderá saber que puedes empezar a entrenar a partir de los 14 años. Además, las restricciones de peso son un poco más laxas porque, al ser la única persona que se sostiene en la aeronave, los cálculos son un poco más sencillos.

Arriba, arriba, ¡y rumbo a este condado! El cielo te espera para regalarte el vuelo de tu vida.