"Deambulaba solitario como una nube, que flota en lo alto sobre valles y colinas", estas son las famosas primeras líneas del poema Narcisos de William Wordsworth, que se inspiró en un paseo por el impresionante paisaje del Distrito de Lagos. Wordsworth soñaba con sobrevolar esta hermosa parte del condado de Cumbria, pero trágicamente vivió antes de la era del vuelo. Nosotros tenemos la suerte de vivir esta fantasía, volando pacífica y silenciosamente como una nube en lo último en aeronaves sin motor: un parapente.

Este condado no tiene rival en cuanto a paisajes espectaculares. Además del Distrito de los Lagos, donde se encuentran los lagos más grandes y los picos más altos de Inglaterra, parte del Parque Nacional de Yorkshire Dales y la Zona de Extraordinaria Belleza Natural de los Peninos se encuentran en el condado. En una zona con tantas colinas, hay que ganar altura para obtener las mejores vistas, y la forma más gratificante de hacerlo es lanzando un parapente al cielo. Se trata de sencillos aparatos que consisten en un ala en forma de media luna que eleva a una o dos personas, atadas con arneses, hacia el cielo. No tienen motores, así que nada perturba la paz de surcar los cielos y contemplar el paisaje. Esta es la mejor forma de descubrir los secretos de la región, y tiene un precio que podría sorprenderte.

¿Dónde están los mejores sitios para volar parapente en Cumbria?

Para poner un parapente en el aire, se necesita una ladera con una pendiente suave y sin obstáculos y un buen soplo de viento. Aquí hay más colinas que en la mayoría de las demás partes del país, y tienen laderas que miran en todas direcciones. Esto lo convierte en un lugar fiable para volar, y con el paisaje que se puede disfrutar desde cada lugar de despegue, en un sitio gratificante.

• Lagos del Norte: Algunos de los mejores puntos de despegue del país se encuentran al norte del Parque Nacional, especialmente en los alrededores de la población de Keswick. Si despegas desde aquí, tu vuelo podría llevarte sobre el lago Bassenthwaite, Buttermere y Derwentwater, bajo los picos de Skiddaw y Helvellyn, y a través de algunos de los valles más bellos de Inglaterra. Glencoyne Bay, en Ullswater, el lugar que inspiró a Wordsworth para escribir su poema, también se encuentra en esta zona.

• Lagos del Sur: Los lagos más grandes de Inglaterra, Windermere y Coniston Water, se encuentran en el sur del Parque Nacional, y el pico más alto del país, Scafell Pike, no está lejos. Esta es una tierra de extremos, perfecta para una aventura aérea. Además, en las cimas de las colinas se puede captar el viento venga de donde venga, por lo que es una buena apuesta para un vuelo exitoso.

• Costa: Esta región limita al oeste con el Mar de Irlanda, y la costa, desde la península de Furness hasta Solway Firth, es un espectáculo para la vista. Parte de la costa se encuentra en el Distrito de los Lagos, pero incluso la zona situada fuera del parque nacional ofrece un encantador paisaje de playas, bahías y promontorios. Es posible subir a los acantilados en varios lugares, como en la Costa del Patrimonio alrededor de St Bees. Desde aquí, podrás disfrutar de amplias vistas del océano que se extienden hasta la Isla de Man y la península de Galloway, en Escocia.

• Yorkshire Dales: Como su nombre indica, la mayor parte de este parque nacional pertenece a Yorkshire, pero una parte desborda la frontera y se adentra en Cumbria. A diferencia de los picos, colinas y crestas del Distrito de los Lagos, este paisaje se caracteriza más por sus páramos. Es otro hermoso lugar para un vuelo que muestra un aspecto diferente de la belleza natural de la zona.

• Peninos: De forma similar a los Yorkshire Dales, una parte relativamente pequeña de los Peninos se extiende hasta Cumbria. Esa sección incluye el pico más alto de los Peninos, que es también el pico más alto de Inglaterra fuera del Distrito de los Lagos. Despegando de las crestas de los Peninos, se puede sobrevolar el valle de Eden, al otro lado del cual se divisan las montañas.

¿Qué fórmulas existen para hacer esta experiencia?

- La mejor forma de experimentar un vuelo en parapente por primera vez es un vuelo en tándem. Un piloto experimentado se encargará de la expedición -elegirá el lugar de despegue, organizará el equipo, te llevará al aire y te acompañará en el mejor recorrido turístico de Cumbria- y tú sólo tendrás que disfrutar. Puedes esperar al menos 30 minutos de vuelo, que podrían dividirse en 2 vuelos en determinadas condiciones. Pero si el viento es el adecuado para una media hora completa de vuelo, cubrirás bastante terreno, sin necesidad de preocuparte por caminos sinuosos o tráfico que pueda ralentizarte. Hay vuelos más largos disponibles bajo petición, y también es posible instalar una cámara GoPro en el parapente para grabarlo.

- Pero el deporte no estaría en buena forma si la gente sólo quisiera hacer vuelos biplaza. Es necesario que más gente aprenda a volar para mantenerlo vivo, y eso es precisamente lo que puedes hacer aquí. Aprender a ser piloto de parapente requiere realizar vuelos de entrenamiento, además de estudiar teoría y aprender los principios básicos de seguridad y aerodinámica, por lo que hay que apuntarse a un curso. El programa de formación completo dura unos 10 días, pero aquí puedes hacer un curso de prueba de 1 ó 2 días para tener la oportunidad de volar solo y decidir si quieres seguir adelante.

Requisitos para hacer esta actividad

Realizar un vuelo en tándem no es una experiencia muy exigente para el pasajero, pero hay un par de cosas que debe ser capaz de hacer durante el transcurso de la actividad. La primera es llegar al lugar de despegue, lo que suele implicar caminar un poco por la colina. Una vez colocado todo el equipo, tendrás que ser capaz de dar unos pasos corriendo ladera abajo con tu piloto para despegar. Por último, tendrás que levantar las rodillas hacia el pecho y prepararte para una pequeña sacudida al aterrizar. Dicho esto, hay pilotos cuya pasión por hacer volar a la gente se extiende a las personas con movilidad reducida, y disponen de una silla de ruedas especialmente diseñada para ello. Aprender a volar es una experiencia abierta a cualquier persona mayor de 14 años, aunque hay que haber cumplido los 16 para obtener el certificado.

Este es el lugar ideal para flotar en lo alto de valles y colinas. Si te parece bien, dínoslo y podemos organizártelo.