Cornualles está rodeada por tres lados por el mar, y la historia y la identidad de este condado están íntimamente ligadas al océano. La industria pesquera ha sido una parte importante de la vida de la región durante más de 1.000 años, dejando un legado de pintorescos pueblos pesqueros, veleristas olímpicos y delicias locales como el pastel de estrellas, en el que las sardinas enteras sobresalen de la masa. Si quieres vivir la vida de un pescador por un día, te recomendamos que contrates un barco de pesca. Las expediciones parten de los puertos de las 300 millas de costa, y los capitanes conocen sus aguas locales como la palma de su mano. Sea lo que sea lo que quieras pescar, ya sea caballa, congrio o incluso varias especies de tiburón, pueden llevarte allí y proporcionarte el equipo y la experiencia para ayudarte a enganchar el premio, incluso si es tu primera vez con una caña de pescar. O bien, si la pesca con caña no te acelera el corazón, puedes disfrutar del paseo, de las vistas y de la fauna local desde la cubierta de un resistente barco de pesca.

¿Dónde están los mejores sitios para hacer un viaje de pesca en Cornualles?

• Padstow: El chef televisivo Rick Stein inició su imperio de restaurantes de marisco en Padstow, y no es de extrañar. Las aguas que rodean este puerto de la costa norte son ricas en caballas, bacalaos y sardinas, mientras que en las excursiones más largas se puede llegar a los cotos de caza del tope y el besugo. También se realizan excursiones desde el puerto de Rock, al otro lado del estuario del Camel.

• Newquay: las playas de Newquay son un paraíso para los surfistas, pero es en aguas abiertas donde los fanáticos de la pesca encontrarán sus emociones. En las oscuras profundidades se encuentran los restos de los barcos de la Primera y Segunda Guerra Mundial, que ahora albergan una gran variedad de especies de peces. Los entusiastas de la pesca de altura acuden a este lugar con la esperanza de capturar lisas, una especie de tiburón que puede medir más de 1,5 metros de largo, y muy pocos vuelven a casa con las manos vacías.

• St Ives: esta bonita localidad costera se extiende a lo largo de dos bahías rocosas, por lo que tiene garantizadas unas hermosas vistas de la costa aunque los peces no piquen. Pero cuando lo hagan, podrás pescar una gran variedad de especies desde la seguridad de los catamaranes, que son más grandes y estables que los barcos de pesca tradicionales.

• Penzance: en el siglo XIX, un grupo de artistas estableció una colonia en un pueblo pesquero cercano a Penzance. La Escuela de Newlyn estaba fascinada por la vida de los pescadores: el comercio, el romance y la tragedia de esta industria lucrativa pero poco fiable. Hoy en día, los charters de pesca marítima parten de Penzance y de los pueblos cercanos de Porthleven y Helford, y el entorno paisajístico está destinado a cautivar tu atención hasta que empieces a sentir un tirón en el anzuelo.

• Falmouth: Ben Ainslee, el regatista olímpico más exitoso de la historia, aprendió a navegar en Carrick Roads, el estuario del río Fal. En la desembocadura del estuario, en la costa sur, el puerto de Falmouth es un lugar ideal para alquilar un barco para una aventura de pesca. Las aguas que rodean Falmouth son una Zona de Especial Conservación, por lo que esta actividad se realiza de forma sostenible y ecológica. Si prefieres dejar los peces en completa paz, también se ofrecen excursiones de observación de la fauna. No pierdas de vista las aves marinas, las focas e incluso los delfines.

• Mevagissey: este pintoresco puerto suele figurar en las listas de los pueblos pesqueros más bonitos de Cornualles. Pero no es sólo una cara bonita, Mevagissey es también el punto de partida de las expediciones para capturar el mayor pez de las aguas de la región: el atún rojo. Estamos acostumbrados a comprar el atún en pequeñas latas en el supermercado, pero poner las manos en la bestia salvaje, que puede medir 2 metros de largo y pesar hasta 250 kilos, es un reto mucho más grande. Mientras que el atún habita en aguas abiertas, los mares costeros albergan especies como la maruca, el congrio y la pescadilla.

• Looe: el profundo canal del río Looe ha contado con un puerto protegido durante siglos, y sigue funcionando como puerto pesquero comercial. Puedes conocer este negocio cazando congrios y otras especies en los arrecifes cercanos. O salir temprano y pasar por las pesquerías de caballa para recoger algunos peces que podrás utilizar como cebo fresco para un premio mucho mayor: ¡un tiburón! No te preocupes, esto no será una repetición de Tiburón en la vida real, ya que no hay tiburones blancos en estas aguas, pero aún así puedes conseguir una foto de acción de tu premio con dientes después de pescarlo. Todos los tiburones se devuelven al agua vivos, para no agotar la población.

¿Qué puedes pescar?

- Los mares que rodean la península cuentan con una gran variedad de hábitats, desde aguas costeras poco profundas, pasando por arrecifes y pecios, hasta aguas abiertas. Los peces más abundantes cerca de la costa son las sardinas y la caballa, y pueden ser capturados incluso por pescadores sin experiencia. Puedes devolver las capturas al agua o llevártelas a casa para cenar. Muchas especies de peces pequeños se protegen de los depredadores en los arrecifes y los naufragios, pero eso no significa que no puedas tentarlos con un jugoso cebo en el extremo de tu sedal. Una excursión a un arrecife o a un pecio es la que probablemente produzca las mejores capturas en términos de volumen.

- Por último, para una verdadera aventura, puedes contratar un barco para ir a aguas abiertas, donde siempre hay peces más grandes. El atún rojo, que es la especie de mayor tamaño que se puede encontrar en la costa, es menos común que antes hoy en día, pero hay muchos tiburones que merodean por estas aguas, por ejemplo los lisas y los topes de 2 metros, que son un premio digno para un pescador experimentado.

¿Cuánto dura una excursión?

Todos sabemos que es un deporte que requiere paciencia, y que cuanto más tiempo le dediques, más peces podrás sacar. Dicho esto, es posible llegar a las caballas que viven cerca de los puertos y pescar un par de ellas en sólo una hora. Otras excursiones por la costa pueden durar 2 ó 3 horas, mientras que las expediciones por los arrecifes y los pecios requieren un poco más de desplazamiento y por eso duran 4 horas o más.

Si quieres enfrentarte a los mayores desafíos, necesitas un día entero. Se puede tardar 8 horas en navegar lejos de la costa, capturar algunos peces para usarlos como cebo vivo en el camino, echar un poco de carnada en el agua para atraer a la presa y esperar a que aparezca un tiburón, ¡y eso es sólo la preparación para la lucha entre humanos y peces que sigue!

Requisitos para hacer esta actividad

Antiguamente, eran los maridos y los padres los que salían al mar en busca de peces, dejando a sus esposas e hijos esperando ansiosos en la orilla. Pero los tiempos han cambiado, un viaje de pesca chárter es un complemento perfecto para unas vacaciones familiares en esta hermosa parte del mundo. Las excursiones costeras son aptas para todas las edades si hace buen tiempo, pero el oleaje del Atlántico puede agitar el mar más allá, por lo que las excursiones en alta mar y en aguas abiertas son sólo para mayores de 12 años. Como las embarcaciones que se ofrecen varían en tamaño, puedes ir en un grupo de entre 7 y 12 personas, perfecto para una familia numerosa, un grupo de amigos que celebran un cumpleaños o una despedida de soltero, o un evento corporativo para impresionar a un cliente o premiar a un equipo.

No es necesario tener años de experiencia para subirse a un barco pesquero en Cornualles. Aquí podrás tener tu bautismo de pesca, utilizando las cañas y los aparejos del capitán y la tripulación, pero es mejor ir a una expedición costera más corta si aún no tienes piernas de mar. Salir a aguas abiertas significa pasar un día entero en cubierta, enfrentándose a las condiciones que surjan en el Atlántico, y para pescar un pez grande hay que estar preparado para la lucha, por lo que estas excursiones están reservadas a los pescadores veteranos.

Los pescadores de Cornualles eran supersticiosos y no permitían que ningún animal terrestre subiera a sus barcos por miedo a alterar a los peces. Esta norma sigue vigente en algunos barcos de alquiler, en nombre de la seguridad y no de la superstición, así que ponte en contacto con el patrón con antelación para comprobar si puedes llevar a tu mascota.

Te esperan aventuras de pesca con caña, ¿estás preparado para zarpar? Avísanos y nos pondremos a organizarlo.