Ofertas de Kayaks Irlanda

La Isla Esmeralda está bordeada por hermosos mares azules y surcada por ríos y lagos. Si quieres descubrir los secretos de esta isla, que tan a menudo parece envuelta en el misterio, la mejor manera es acercándote a los rincones más remotos y a las zonas más tranquilas del país. ¿Cuál es la mejor forma de explorar Irlanda? La respuesta tiene que ser en kayak. Estas embarcaciones pueden llevarte río abajo, a través de lagos y por la costa de la forma más intuitiva posible, combinando una remada tranquila con vistas impresionantes, atisbos de la fauna local y aventuras inolvidables. En cualquier lugar de Irlanda, nunca estarás lejos de un sitio para practicar kayak que te dejará boquiabierto, así que sigue leyendo para descubrir adónde te llevará el viaje.

¿Dónde están los mejores sitios para hacer kayaks en Irlanda?

• Costa Este: Empezaremos por Dublín, la capital. El río Liffey serpentea por la ciudad hasta el Mar de Irlanda, y tú puedes hacer un recorrido por esta histórica vía fluvial para conocer el pasado de Dublín, incluida su herencia musical. El Gran Canal es otro lugar para navegar en kayak, o puedes adentrarte en el Mar de Irlanda en el suburbio de Dalkey. Además de Dublín, en el condado de Wicklow se puede practicar kayaking en Broad Lough y en el embalse de Blessington, en las montañas de Wicklow.

• Irlanda del Sur: Los tres condados que conforman la costa sur -Wexford, Waterford y Cork- están llenos de oportunidades para hacer una excursión kayak. La península de Hook es un auténtico paraje de belleza que se disfruta mejor en kayak, y los alrededores de Ardmore son otro lugar de primera. En el interior, los ríos Barrow y Blackwater ofrecen otro tipo de experiencia en kayak. Y en el condado de Cork hay una costa interminable que explorar, desde el puerto de Cork y Oysterhaven hasta Garretstown, Skibbereen, Sherkin's Island y Crookhaven. Algunos de las experiencias más destacadas son la observación de focas en Adrigole y una excursión nocturna a las aguas bioluminiscentes de Lough Hyne.

• Wild Atlantic Way: Se trata de una ruta que discurre desde el suroeste de la isla hasta su costa más expuesta. Si desafías aquí el oleaje del Atlántico, podrás disfrutar de la península de Dingle, Kerry Head y la bahía de Tralee, hacer una excursión por los acantilados de Moher, Connemara o la poza de mareas a las afueras de Belmullet Town, o explorar los lagos marinos del condado de Sligo. También hay rutas alejadas de la costa, como las cataratas de Ennistymon en el río Inagh y el río Fergus que une el lago Ballyalla en el condado de Clare, el río Corrib en Galway y el río Moy en Mayo. O puedes optar por una travesía urbana a remo por el centro de Limerick.

• Donegal: En el remoto noroeste, casi aislada del resto de la República, Donegal es una región escasamente poblada y bordeada por tres lados por el océano Atlántico. Hay islas con colonias de focas que visitar en la bahía de Dungloe, rutas por la escarpada costa y ensenadas protegidas del mar en Gaoth Dobhair, Broad Water, Downings y Mulrow Bay. El kayak de mar sólo será tan bueno como la costa en la que se practique, y no hay nada mejor que Donegal.

• En el interior: Pero el paraíso del kayak no sólo se encuentra en la costa. Existen numerosas oportunidades para practicar lo en el corazón oculto del país que te dejarán con la boca abierta. ¿Por qué no pruebas el kayak de aguas bravas en los rápidos del río Nore o el río Inny, exploras los lagos de Lough Ree o haces una excursión por el río más largo de las Islas Británicas, el río Sharron?

Opciones para organizar una experiencia

- Aunque algunos de los lugares y rutas de Irlanda deben disfrutarse en compañía de un guía o instructor, siempre es posible encontrar kayaks de alquiler en toda la isla para salir al agua y divertirse. El alquiler suele estar disponible en aguas llanas, donde es poco probable que te metas en problemas. Los lugares de aguas planas, como ríos, lagos o ensenadas del mar, son también lugares fantásticos para tomar clases. Si tu sueño es recorrer la isla en kayak, tienes que aprender algunas técnicas y procedimientos de seguridad. Las clases suelen durar entre hora y media y dos horas, y son una forma divertida e informativa de disfrutar de este deporte acuático.

- Para llegar a los lugares menos accesibles, hay que apuntarse a una excursión. Los guías aquí pueden llevarte a donde tu corazón desee, desde un viaje en el tiempo por el centro de Dublín hasta un paseo en aguas bravas por un río, pasando por una fascinante ruta nocturna por Lough Hyne, donde los microorganismos desprenden luz bajo el agua. Hay demasiadas rutas que siguen la escarpada costa atlántica como para mencionarlas, todas ellas llenas de sorpresas. Una excursión puede durar sólo una o dos horas, o varios días.

Requisitos para hacer esta actividad

Hay algo para todos los que tengan ganas de subirse a un kayak en este país. No hace falta tener experiencia en kayak ni en ningún otro deporte acuático para dar tus primeros remos por el agua aquí durante una clase para principiantes o simplemente alquilando el equipo. Te recomendamos que la primera vez que lo pruebes elijas un lago o un tramo resguardado de aguas costeras, para que no tengas que preocuparte por las olas o las corrientes. Si te animas a cruzar tramos del océano, necesitas tener cierta confianza en un kayak y estar preparado para enfrentarte a condiciones más intensas y a un equipo más complejo. En el de mar se utilizan embarcaciones especialmente diseñadas, más largas que las normales y un poco más difíciles de controlar. El de aguas bravas también está reservado a quienes pueden manejarse en condiciones más duras.

Pero cuando las condiciones son adecuadas, los niños pueden aprender a utilizar un kayak y divertirse mucho al mismo tiempo. Algunos lugares son aptos para niños a partir de 7 años, pero lo más habitual es que tengan 10 años. Y puede ser posible llevar a niños más pequeños, o por debajo de la edad mínima en un lugar concreto, en tu expedición si eliges uno para 2 personas y ellos se sientan delante.

Las posibilidades son infinitas, y el viaje también. Sólo tienes que dar una vuelta y te engancharás.