Para ser la nación más pequeña de las Islas Británicas, Irlanda del Norte tiene mucho que ofrecer. Además de reclamos superlativos -el lago más grande del Reino Unido y de Irlanda, Lough Neagh, y los muelles donde se construyó el mayor barco de pasajeros del mundo, el Titanic-, este país está bendecido con paisajes espectaculares y una historia fascinante, además de una gran cantidad de mitos y leyendas. Esta región también se caracteriza por sus fuertes vientos. Mientras que algunas personas los consideran cualquier cosa menos una bendición, éstos son un regalo para cierto tipo de personas. Quien se interesa por el parapente tiene una actitud diferente hacia el viento que el común de la gente, porque éste es la fuerza motriz de su deporte preferido.

El parapente es como un sueño hecho realidad para cualquiera que fantasee con volar como un pájaro. No hay ninguna otra aeronave que pueda llevarte por los aires y meterse en una mochila para transportarla con facilidad. Al igual que nuestros amigos emplumados, los parapentes no dependen de un motor ruidoso ni de una estructura rígida, y la mayor parte de la dirección se consigue desplazando el peso del piloto bajo el ala en forma de media luna. Y si hablamos de vuelos de fantasía, ¿qué mejor que surcar los cielos de los lugares de rodaje de la serie de HBO Juego de Tronos? Numerosas localizaciones reales de Irlanda del Norte se utilizaron como escenario de lugares maravillosos y aventuras épicas en esta serie, y puedes verlas desde el aire dando un paseo en parapente aquí, ¡sin necesidad de un gran presupuesto!

¿Dónde están los mejores sitios para volar en parapente en Irlanda del Norte?

• Belfast: La capital se asienta en la cabecera de una gran ensenada marina. La orilla norte del estuario está bordeada por altas colinas y una de ellas, Knockagh, es un mirador popular para observar Belfast y sus alrededores. La prominencia de la colina propició su elección como emplazamiento para un monumento conmemorativo de la Primera Guerra Mundial, y también permite atrapar aquí el viento y lanzar al aire un parapente. Aunque no es una opción habitual para vuelos de pasajeros y de entrenamiento, los pilotos experimentados pueden disfrutar de un viaje sobre la ciudad desde aquí.

• Antrim: El condado de Antrim limita con Belfast y constituye el extremo noroeste de la isla. Cuenta con una costa en el Mar de Irlanda y otra en el Atlántico, donde se encuentra una de las maravillas naturales de las Islas Británicas, la Calzada del Gigante. Las colinas de Larne, que se extienden a lo largo de la costa del Mar de Irlanda, cuentan con numerosas cimas y crestas perfectas para lanzar un parapente al cielo, lo que las convierte en un lugar popular para el entrenamiento. Tierra adentro, la imponente prominencia de Big Collin es otro buen lugar para despegar, y los vuelos desde aquí pueden llevar a pilotos y pasajeros sobre Lough Neagh. Con una superficie de 150 millas cuadradas, este lago es casi un mar por derecho propio, y sus aguas, orillas e islas están en gran parte sin desarrollar y vírgenes.

• Costa Atlántica: La salvaje costa norte del país cuenta con algunos de los mejores lugares de vuelo del país. Los mejores lugares desde los que despegar para hacer una visita aérea a la Calzada del Gigante, así como a la ciudad de Portrush y las islas Skerries, se encuentran en el condado de Londonderry. Uno de ellos son los acantilados sobre la playa conocidos como Downhill Strand. Hermosos por derecho propio, estos acantilados están coronados por un curioso edificio circular, el Templo de Mussenden, que en realidad fue construido como biblioteca antes de ser utilizado por el equipo de producción de la serie Juego de Tronos para representar la tierra de Rocadragón. El otro es Magilligan Point, que separa Lough Foyle del océano Atlántico.

• Colinas de Sperrin: El mejor lugar de entrenamiento del condado de Londonderry está cerca de la ciudad de Dungiven, donde la carretera A6 asciende hacia las colinas de Sperring y cruza el paso de Glenshane. Aquí encontrarás una pista natural para volar en parapente: una ladera de pendiente uniforme sin arbustos ni rocas que puedan enganchar el ala, ni nada que impida a los vientos del Atlántico inflarla y elevar la nave hacia el cielo. Esto también significa que las vistas de la llanura costera y del océano son espectaculares y, además, hay un pub, el segundo más alto de la isla, muy cerca.

¿Qué opciones hay para organizar una experiencia?

- Hay dos formas principales de experimentar este fantástico deporte en Irlanda del Norte, y tu elección dependerá de lo que quieras sacar de él. ¿Buscas una nueva perspectiva de esta hermosa parte de las Islas Británicas y la libertad de contemplar sus paisajes con estilo? ¿O tienes ganas de sentir las sensaciones del vuelo y aprovechar el viento para que te lleve en un viaje por los cielos? Si es lo primero, la opción adecuada para ti es un vuelo en tándem, que consiste en ir como pasajero en un parapente controlado por un piloto experimentado. El vuelo durará entre 45 minutos y 1 hora, la duración exacta dependiendo de las condiciones meteorológicas.

Esta experiencia en tándem puede mejorarse añadiendo un vídeo editado del vuelo. Se puede acoplar una cámara al parapente de forma que capte imágenes de ti y del piloto en pleno vuelo, así como del hermoso paisaje, y crear un recuerdo que mantendrá vivo el recuerdo para siempre.

- Si tu caso es diferente y quieres pilotar tú mismo, tendrás que apuntarte a un curso de formación. Es posible organizar jornadas de prueba, pero para obtener el certificado hay que completar hasta 10 días de formación. Aprenderás sobre el equipo, la teoría y experimentarás el despegue, el aterrizaje y el vuelo en varios lugares de Irlanda del Norte.

Requisitos para hacer esta actividad

De todos los deportes aéreos que existen, este es uno de los más accesibles. Hay pilotos que pueden llevar a personas a volar en biplaza a partir de los 14 años. Y la mayoría de los mayores de esa edad pueden participar. La gama de pesos corporales aptos para volar es amplia, desde un mínimo de 32 kilos hasta un máximo de 100 kilos, y no es necesario ser un deportista habitual. Siempre que seas capaz de subir una cuesta hasta el lugar de despegue y dedicar algo de tiempo a montar el equipo, antes de correr un poco cuesta abajo, una vez enganchado al artefacto, para coger el viento, no tendrás problemas.

¡Vuela con nosotros y nunca mires atrás!