Ofertas de Rafting Denbighshire

Viajar por los ríos de Denbighshire, un condado del norte de Gales, es siempre una experiencia interesante. A lo largo del río Elwy, varias cuevas penetran profundamente en la ribera donde se han encontrado restos de nuestros parientes perdidos hace mucho tiempo, los neandertales. Los dientes de cinco individuos datan de hace unos 230.000 años y se encuentran entre los restos de fauna de la Edad de Hielo, como renos y rinocerontes lanudos. Otro río, el Clwyd, destaca por sus carreras de salmón atlántico y sus castillos medievales. Pero el río del que queremos hablarte aquí es el Dee, no por su importancia histórica o biológica, sino porque es uno de los mejores lugares de todo Gales para practicar rafting.

El río Dee fluye desde las tierras altas de Snowdonia, drenando las precipitaciones y el deshielo de una zona enorme. Cuando llega a Denbighshire, es un torrente de aguas bravas, rápidos y salpicaduras. Sería una tontería intentar descenderlo en barca, porque la quilla se engancharía en las rocas sumergidas y el casco rígido correría peligro de romperse. El rafting, en cambio, no es para tontos, sino para valientes. Hay una diferencia entre ambos, porque una balsa de raft es la embarcación perfecta para estas condiciones. Las hay de diferentes formas y tamaños, pero todas se basan en una estructura hinchable para mantenerse a flote. Esto, combinado con el hecho de que se asientan en lo alto del agua, significa que pueden superar los obstáculos de un río de aguas bravas. Es un viaje lleno de baches, pero si tienes el valor de afrontarlo, la recompensa es un descenso emocionante y rápido, lleno de saltos, chapoteos y mucha diversión.

¿Cómo es hacer rafting en Denbighshire?

Para disfrutar de un salvaje descenso por el río Dee, tienes que dirigirte a Llangollen, una pequeña localidad situada a menos de media hora en coche de la ciudad de Wrexham. Una vez en Llangollen, viajarás río arriba para comenzar tu aventura de rafting. Hay dos rutas por el río Dee, una más larga y otra más corta. La corta, que dura unas 2 horas, comienza en una serie de cataratas llamadas Tombstones, donde se cae como una lápida de poza en poza. Tendrás que hacer todo lo posible por mantenerte erguido y mirando en la dirección correcta, porque vienen dos cascadas más: Middle Fall y Factory Falls. La siguiente parte del río es más tranquila, pero sigue siendo rápida, ya que la corriente te lleva alrededor de una isla en el río y hacia Llangollen. Pero ahí no acaba el paseo: en el centro de la ciudad, hay que enfrentarse a las cataratas Town Falls antes de pisar tierra firme junto al viejo puente de piedra.

Si eso no te parece suficiente, puedes añadir una hora más a tu viaje empezando río arriba en las cataratas Horseshoe, un dique artificial en forma de herradura que canaliza el agua del río Dee en una tórrida corriente de aguas bravas. Agárrate fuerte a la balsa y no pierdas el remo mientras te precipitas por el desnivel de 1 metro y comienzas el descenso por Denbighshire. Después de Horseshoe Falls, pasarás por debajo del emblemático Chainbridge y te verás obligado, te guste o no, a adentrarte en Serpent's Tail, una legendaria serie de rápidos. Si los superas, te unirás a la ruta más corta en Tombstones.

Los operadores de rafting de Denbighshire también organizan excursiones al río Tryweryn, en los límites del Parque Nacional de Snowdonia. La ruta mixta de aguas tranquilas y bravas, que incluye un tramo opcional de rápidos muy intensos, tarda unas 2 horas en completarse. Pero si tenemos en cuenta el viaje desde el noroeste de Gales, es una excursión de medio día.

¿Qué tipos de balsas raft hay?

• Balsa de raft cásica: El rafting puede ser una gran actividad de equipo si eliges una de estas balsas. Son las clásicas balsas de aguas bravas, con grandes y acolchados laterales hinchables y espacio para 6 u 8 personas. Cada uno tendrá un remo de una sola pala, que no son de mucha ayuda cuando te lanzas por cascadas, pero pueden ayudarte a evitar las rocas más grandes de los rápidos. La buena noticia es que no importa si chocas contra un par de rocas, troncos de árboles u otras balsas, porque rebotarás enseguida... ¡esperemos que sin perder tu asiento en la balsa!
• Tubing: Cualquiera que haya estado en un parque acuático sabe que los toboganes más divertidos son los de anillos de goma, y les encantará saber que es posible enfrentarse a las aguas bravas del río Dee en uno de éstos. En uno de estos toboganes estarás aún más a merced de la corriente, y estarás parcialmente sumergido durante todo el recorrido, pero eso forma parte de la diversión. Y el hecho de que se trate de una balsa individual no significa que no puedas descender con tus amigos: basta con que os cojáis de la mano y los arrastréis hacia abajo juntos.

• Bugging: Otra opción de rafting individual, pero aún más intensa, es el descenso en bugging. Utilizarás algo parecido a una gran tabla de bodyboard hinchable y descenderás el río de cabeza. Así es, el agua estará a escasos centímetros de tu cara mientras atraviesas rápidos y desciendes por cascadas, así que prepárate para tragar un poco de agua y recibir salpicaduras en tus ojos.

¿Quién puede hacer esta actividad?

No importa si vas a descender el río Dee en una balsa de gran tamaño o a chapotear por los rápidos en un tubo de aguas bravas, tienes que aceptar que te vas a mojar. Obviamente, las balsas más grandes, con casco integral, ofrecen la mayor protección contra el agua. Por eso es la mejor opción para las familias, y niños de tan sólo 7 u 8 años pueden unirse a la diversión en una balsa de tamaño completo. Si tus hijos están deseando hacer tubing o bugging, tendrás que explicarles que tendrán que esperar a ser mayores, pero sólo un par de años. A partir de los 12 años pueden dar una vuelta en estas balsas.

Tanto si estás con tu familia como con tus amigos, agradecerás su compañía en un descenso de aguas bravas. Navegar juntos en una balsa para seis personas es una forma estupenda de divertirse juntos, y el tubing y el bugging son también estupendas actividades de grupo. El río Dee es bastante complaciente con los grupos: pueden descenderlo seis balsas juntas, lo que supone un máximo de 36 personas, y grupos de hasta 20 personas pueden practicar tubing o bugging a la vez.

¿Qué hay que llevar a una excursión?

No necesitas llevar ningún equipo especializado para disfrutar de esta actividad: sólo el material que llevarías si fueras a nadar, además de un par de zapatillas de deporte con cordones que estés dispuesto a mojar. Tus guías te darán el equipo que te permitirá enfrentarte a las condiciones de los rápidos: un traje de neopreno para mantenerte caliente, un casco para protegerte la cabeza y un flotador para facilitarte la vuelta a la balsa en caso de que te caigas al río.

¿Estás preparado para el viaje de tu vida? No dudes en reservar esta aventura.