La mayor parte de la frontera de Irlanda del Norte es el mar. Al este está el mar de Irlanda, que la separa de Gran Bretaña, y al norte, el océano Atlántico, y son estas masas de agua las que la convierten en un lugar fantástico para el submarinismo. Pero no es sólo agua en abundancia lo que se ofrece aquí: donde la tierra se encuentra con el mar, la línea costera posee una gran riqueza de fascinantes características naturales, como acantilados, rocas, entrantes de mar y cuevas. Las aguas albergan todo tipo de flora y fauna, desde focas y delfines hasta peces que habitan en el fondo marino y bosques de algas que se mecen con las corrientes. Por último, hay escenarios artificiales, como naufragios que acechan en las profundidades desde que se hundieron en circunstancias desafortunadas, y que la naturaleza reclama lenta y constantemente para sí. Los submarinistas son unos de los pocos privilegiados que verán estas vistas, lo que lo convierte en un gran lugar para el buceo. Pero también es un lugar fantástico para aprender a bucear e iniciar tu propio viaje submarino.

¿Dónde están los mejores sitios para bucear en Irlanda del Norte?

• Portrush: Esta ciudad turística de la costa atlántica es el punto de partida de fantásticas historias de submarinismo. Eso incluye las primeras experiencias de muchos aspirantes y cursos de formación en escuelas de buceo de la ciudad, pero también viajes a lugares fascinantes a lo largo de la costa. Es posible explorar la maravilla natural más famosa de la región, la Calzada del Gigante, de una forma totalmente nueva practicando esta actividad. O puedes cruzar el mar hasta los skerries, islas rocosas que albergan cuevas, taludes de rocas submarinas de 30 metros de altura e interesantes esponjas marinas y corales "dedos de hombre muerto". Bajo la superficie, en Portstewart, hay numerosos restos de naufragios que explorar, incluido un submarino alemán de la Segunda Guerra Mundial a 65 metros de profundidad, así como algas y grandes peces como el abadejo. Y eso por no hablar de las aguas bajo el famoso puente de cuerda de Carrick-a-Rede, en Ballintoy, donde puedes encontrar una caverna que penetra bajo la pequeña isla que el puente conecta con tierra firme. Además de bucear tipo scuba, aquí puedes probar el buceo libre, que implica el mínimo equipo y la máxima libertad.

• Larne: Esta ciudad está en la costa del Mar de Irlanda. Aquí hay un club experto en los puntos de inmersión locales. Destacan los hermosos lechos de maerl (una especie de algas) de Ballygally y algunos naufragios impresionantes. En Black Head se encuentran el SS-Chirripo y el carguero de 4.000 toneladas Elders and Fyffes, ambos hundidos durante la Primera Guerra Mundial. Y en Hunter Rock, el vapor victoriano The State of Louisiana, que se partió en tres pedazos por el saliente rocoso antes de hundirse.

• Lisburn: A las afueras de Belfast, Lisburn es un centro neurálgico del submarinismo. Cuenta con una piscina climatizada perfecta para iniciarte en el buceo sin tener que preocuparte por las mareas, las corrientes, la visibilidad ni, por supuesto, la temperatura del mar. También es un lugar donde los submarinistas experimentados pueden completar cursos especializados, por ejemplo, inmersiones nocturnas o formación en salvamento.

• Strangford Lough: Se trata de una enorme ensenada marina cerca de Newtownards, en el condado de Down. Está protegida de corrientes y olas, por lo que es un buen lugar para principiantes, pero también hay algunos sitios gratificantes para buceadores habituales. Cerca de la ciudad de Portaferry, el pecio del Empire Tana, conocido localmente como Lee's Wreck, es uno de los destinos más populares de la zona. El casco destruido del barco está cubierto de algas y corales, mientras que dentro de la estructura podrías encontrarte cara a cara con congrios y langostas. Otro pecio interesante es el Alastor, que se hundió misteriosamente mientras era reparado en Ringhaddy.

• Newry: Carlingford Lough, que separa Irlanda del Norte de la República, es un buen lugar para el buceo ocasional y para principiantes. Las montañas de Mourne se elevan sobre el agua a ambos lados, por lo que es un lugar maravilloso para estar bajo el agua y sobre ella. También es un buen lugar para disfrutar del snorkel, ya que hay peces que nadan cerca de la superficie y elementos interesantes no muy profundos.

¿Qué tipo de experiencias puedes encontrar aquí?

- Si nunca has buceado, es posible que tengas dudas sobre cómo iniciarte en este deporte. Y aquí no podría ser más sencillo. Existen clubes y escuelas con abundante equipo y acceso a piscinas climatizadas, y sólo tienes que acercarte a uno de ellos para un bautismo de buceo, normalmente conocida como Try Dive o Discover Scuba. Un instructor experimentado te explicará el equipo y el material junto a la piscina, antes de que realices tu primera inmersión en la piscina. Estas sesiones suelen durar 1 ó 2 horas. En cuanto a la apnea, puedes organizar un curso de iniciación de medio día o de un día completo en Portrush, para probar esta forma única y casi meditativa de bucear.

- Para todos aquellos que deseen convertirse en buceadores competentes e independientes, es necesaria cierta formación. Las dos asociaciones de buceo que operan en el Reino Unido, PADI y BSAC, están presentes en Irlanda del Norte, y puedes seguir un curso diseñado por cualquiera de ellas en las escuelas de la costa. Si eliges la primera, se trata de un curso Open Water, mientras que la segunda es un curso Ocean Diver. Ambos implican numerosas inmersiones en piscinas y en el mar, además de estudiar algo de teoría, y se completan en varios días.

- Los cursos PADI y BSAC te darán un certificado y la posibilidad de realizar inmersiones no supervisadas en todo el mundo, pero pronto te darás cuenta de que sólo te has sumergido un poco en las aguas de este mundo. Hay mucho que aprender, desde técnicas de búsqueda y rescate hasta inmersiones nocturnas y el uso de equipos técnicos. Continúa tu viaje aquí, con uno de estos cursos.

Requisitos para hacer esta actividad

Hacer la transición de la vida terrestre a la exploración subacuática no es fácil, pero eso no significa que sea sólo para nadadores consumados y auténticos aventureros. De hecho, niños de tan sólo 8 años pueden tener sus primeras experiencias en piscinas climatizadas con sesiones de prueba o incluso fiestas de buceo. Cuando se trata de completar un curso de formación, los más pequeños tienen que esperar hasta los 14 años, pero hasta entonces pueden disfrutar del club PADI Bubblemakers y del Seal Team, o practicar snorkel. Los adultos de todos los niveles también pueden probar el submarinismo, con instructores expertos en las escuelas. Y las experiencias de apnea incluyen a todos los mayores de 12 años.

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